lunes, 8 de agosto de 2011

Los leperos cumplieron el rito de trasladar a La Bella del camarín al altar

Como cada 7 de agosto, más de 3.000 personas abarrotron ayer la parroquia de Santo Domingo de Guzmán de Lepe, para presenciar el traslado de la imagen de Nuestra Señora de la Bella unos 15 metros, para recordar la salvación de la imagen en el siglo XIX.
El traslado se realizó desde su camarín al altar mayor de la parroquia de Santo Domingo, y duró, como cada año, unos cinco minutos. Se trata de una curiosa costumbre que recuerda la salvación de la imagen a mediados del siglo XIX, cuando la desamortización de Mendizábal quiso obligar a los vecinos del municipio a llevar la imagen de su patrona, que se encontraba en el puerto de El Terrón, al monasterio de La Rábida, en el término municipal de Palos de la Frontera. Esta medida habría supuesto despedirse para siempre de la imagen, por lo que uno de los monjes del convento corrió a avisar a los vecinos del municipio, ubicado a seis kilómetros, que se personaron en El Terrón y llevaron a hombros la imagen de la Virgen de la Bella a Lepe.
De ese hecho, el año pasado se cumplieron 175 años de aquella fecha, y la imagen volvió a El Terrón de nuevo en verano, donde no se encontraba desde aquella fecha del siglo XIX. El de ayer es cada año el primer acto de las Fiestas de Agosto de la localidad, que tendrán su punto culminante cuando la patrona de la localidad salga en procesión y reciba cientos de ofrendas en forma de billetes de curso legal prendidos en su manto. El traslado del 7 de agosto, que abarrota por completo toda la iglesia, ha sufrido algunas variaciones en los últimos años, ya que en principio eran los marineros que hacían el servicio militar los que realizaban el traslado, pero la llegada de la prestación voluntaria en el ejército hizo que decreciese la cantidad de personas que cada año se presentaban en la iglesia para portar a la imagen.

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