viernes, 7 de octubre de 2011

496 años del viaje de Juan Día de Solís para descubrir el estuario del Río de la Plata

Lepe conmemora el sábado 8 de octubre el 496 aniversario del viaje comandado por Juan Díaz de Solís que descubrió el estuario del Río de la Plata, en medio del misterio que siempre ha rodeado a este personaje, que muchos historiadores citan su nacimiento en la localidad sevillana de Lebrija.
Y es que la figura de Juan Díaz de Solís ha sido objeto de numerosos estudios a lo largo de la historia, como recuerda Bibiano Torres, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que ha publicado una de las más extensas y documentadas dentro de, precisamente, el libro de la historia del municipio onubense.

Torres se ha apoyado en numerosos estudios e investigaciones, aunque como ya pasa con Cristóbal Colón y el misterio de su origen, él recuerda que "muy poco se sabe de los navegantes. Es como si sus vidas se hubiesen iniciado con sus aventuras".
Con historiadores que defienden que Juan Díaz de Solís nació en algún lugar de Portugal, Torres entiende que hay otros vestigios que citan lo contrario, como los publicados por Eduardo Madero en el siglo XIX, cita que fue bautizado en la Iglesia de Santa María de la Oliva de Lebrija en 1474.
Otra cuestión es por qué terminó siendo vecino de Lepe y por qué decidió que su expedición saliese del puerto lepero en 1515: "oyeron misa votiva y una flotilla dejó Lepe", cita entre la documentación que publica.
La principal razón que se ha sostenido con el paso del tiempo es una mujer, Ana de Torres, una vecina de la localidad lepera con la que se casó, e incluso uno de sus hermanos, Francisco, fue uno de los pilotos que le acompañaron.
Está documentado que la boda con Ana de Torres se celebró en la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, que hoy día sigue siendo el principal templo parroquial del municipio.
Otros datos que se han ido conociendo a lo largo de la historia es que la expedición fue preparada en secreto en Lepe con un presupuesto de 4.000 ducados, para flotar tres pequeñas carabelas, y setenta marineros, aunque el destino quiso que Díaz de Solís no pudiese volver a España, porque fue asesinado por indígenas nada más desembarcar.
Uno de los estudios publicados en torno a su figura dice sobre este episodio: "viendo indígenas en la costa oriental, Díaz de Solís intentó desembarcar con algunos de sus tripulantes (entre ellos Pedro de Alarcón y Francisco Marquina) en un paraje entre Martín Chico y Punta Gorda, o en alguna isla situada frente a esa costa. Solís y los suyos fueron atacados por un grupo de indígenas que los ejecutaron ante la mirada del resto de los marinos, que observaron impotentes sus muertes desde la borda del buque, fondeado a tiro de piedra de la costa. Los cadáveres fueron asados y devorados por los indígenas, que algunos autores identificaron como charrúas, sin embargo de que estos no eran caníbales, pero sí sus vecinos guaraníes que vivían en las islas situadas en la costa opuesta". Los supervivientes decidieron huir al mando de Francisco de Torres, y llegaron a puerto español el 4 de septiembre de 1516. Desde entonces el estuario del río de la Plata fue conocido en España como río de Solís.
Curiosamente, la figura de Juan Díaz de Solís es prácticamente desconocida en la localidad onubense, e incluso, aunque una calle lleva su nombre, es una pequeña vía de una barriada de la localidad, aunque limítrofe, eso sí, con la calle que lleva el nombre de Cristóbal Colón.

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