Rumanía destino a los niños hijos de inmigrantes profesores para que no pierdan sus raíces

El Gobierno de Rumanía ha destinado cuatro profesores en el presente curso escolar a distintas zonas de Andalucía con el fin de enseñar el idioma de sus padres a los hijos de inmigrantes rumanos que han nacido en España o sus padres llegaron a territorio español cuando aún eran muy pequeños.

Se trata de un programa que de desarrolla con la colaboración del Ministerio de Educación y la Junta de Andalucía, y permite que haya profesores que den clases de rumano a los hijos de inmigrantes, pero también les enseñen la historia de su país o sus principales costumbres.

Concretamente, los profesores han sido destinados a las provincias de Huelva, Sevilla y Almería, tres de que las concentran en España una mayor cantidad de inmigrantes rumanos, y dentro de esas provincias a las localidades con mayor población de ese país, que suele coincidir con lugares con una alta dependencia de la agricultura y de la mano de obra inmigrante.

De hecho, la profesora destinada en Huelva, Mihaela Neagoe, se encarga de atender municipios como Lepe, Cartaya o Rociana del Condado, lugares en los que no sólo hay una alta población inmigrante derivada de la plantación y recogida de la fresa, sino que hay muchas personas llegadas desde Rumanía que se dedican a otras labores y se han instalado en España de forma permanente.

La experiencia ha tenido precedentes en puntos de las comunidades de Madrid o Cataluña, y ya se experimentó con ella en Lepe hace dos años, y visto su buen resultado se ha decidido implantarlo en otros puntos.

Concretamente, en Lepe, el padrón municipal llega a los 27.000 habitantes, de los que casi el 20% son personas procedentes de hasta 63 países distintos.

En esa amalgama de países, Rumanía es el que más gente aporta, con casi 1.500 personas, y en ocasiones con matrimonios con hijos que emigraron en su totalidad, o niños rumanos que han crecido rodeados de amigos y compañeros que sólo hablan español.

Todo está encaminado para que los niños rumanos residentes en España no olviden ni su idioma ni sus raíces, mediante clases intensivas que se realizan con material bilingüe y cartografía, entre otros elementos.

Se busca así integrar a los niños escolarizados en centros públicos dentro del sistema educativo, y ayudarles a no olvidar su cultura y sus raíces, no sólo con un fin romántico, sino también para que lo tengan fácil si algún día quieren volver a su país o vivir en la tierra de sus padres.